Testimonio de Anayansi Aguilar

Mi año de intercambio en Plön, Alemania, representó tanto el mayor desafío como el regalo más grande de mi vida. Desde el momento en que llegué, el Club Rotario anfitrión me acogió con brazos abiertos, haciéndome sentir parte de una nueva familia desde el primer día.

Vivir en una cultura completamente diferente me enseñó lecciones invaluables sobre adaptabilidad, comprensión intercultural y la belleza de la diversidad humana. Aprendí a pensar de nuevas maneras, a ver el mundo desde perspectivas diferentes, y a apreciar las riquezas que cada cultura aporta.

Aunque el clima alemán era considerablemente más frío que el de Panamá, el calor humano de las personas que me rodearon nunca me faltó. Regreso a casa no solo con una nueva familia alemana, sino también con amigos de todo el mundo y una visión mucho más amplia del futuro que quiero construir.

Esta experiencia me ha dado alas para volar, y estoy profundamente agradecida con Rotary por hacer posible esta transformación personal.